jueves, 19 de junio de 2008

Las apariencias



Estaba en la tienda de una amiga cuando entró un viejito de edad indefinida. Uno de los pocos chatarreros a la antigua usanza que deben quedar. Encorvado, arrugado, polvoriento, con una bata azul, arrastrando o empujando un carro en el que va introduciendo se recolecta. No habla bien, simplemente emite sonidos, se hace entender con las manos.

Cuando se fue, mi amiga reflexiona sobre las apariencias. Al ver su aspecto piensas: pobre; al oírlo hablar piensas: pobre. Pero todo son apariencias, igual es rico, vive de renta, pero eso de recoger chatarra siempre le ha gustado y no sabe estar en casa ocioso, pasea, ve gente, se siente útil.

Realmente pensando sobre las apariencias y la imagen salen muchas ideas.

Dicen que las apariencias engañan, pero el ser humano siempre ha dependido de su apariencia y se ha expresado con símbolos, y en esta era de globalización y tecnología, cada día más. Lo políticamente correcto se extiende por el universo, y las apariencias también se generalizan. Cuando conocemos a alguien mucha información la obtenemos de su apariencia, no de su discurso.

La televisión triunfa, vemos y oímos lo que queremos. Los programas de opinión se multiplican, unos con una imagen más cuidada, otros con un contenido más cuidado. ¿Y la radio? La radio es el gran oasis, la imagen no existe, todo es el discurso, su entonación, los temas que se eligen. Te pueden hacer saltar de un tema a otro sin grandes preámbulos, es ágil. Si la televisión no nos da imágenes nos aburre, la radio no nos da ni una imagen, pero nosotros las generamos.

Cultivar una imagen propia no está reñido con cultivarse uno mismo. Smart en inglés sirve tanto para definir a alguien inteligente, como a alguien elegante. Puestos a dejar de cultivar uno de los dos aspectos cada cual hará su elección, ¿o no?


Mentira, el aspecto es lo primero, por mucho que nos duela.



4 comentarios:

Berenguer dijo...

Hi ha més d'un estudi (americà, és clar) que indica que, per als empleats, la millor inversió per millorar el sou ´`es el vestuari i la cosmètica (tant per homes com per dones).

Montserrat dijo...

Jo penso que la imatge que donem �s molt important. Evidentment no �s el cent per cent de tot plegat per� ajuda molt. Segons quin c�rreg o quina feina t'obliga a una imatge i aix� a mi m'agrada. La meva filla, de 18 anys, fa feinetes d'hostessa de congressos i all� tenen molt clara quina �s la imatge que han de donar aquestes noies, i aquests nois. Crec que est� molt b� que vulguin gent sense pircings ni tatuatges. Amb complements petits, sense gaireb� maquillatge. La imatge �s important i cal retornar a tenir un sentit est�tic de les coses. Potser sona carca per� �s el que penso.

Natasha dijo...

Montserrat, estic d'acord, la imatge ès molt important, és el primer que diem, la primera paraula. Però després cadasqú parla un idioma estètic diferent.
Fins i tot qui decideix no donar-li importància a la imatge ja ho ha fet. Tots som "fashion victims" de la imatge que em decidit adoptar.

CRIS dijo...

Yo creo que lo mejor es conseguir una imagen coherente con lo que hay en tu interior, sino más tarde o más temprano la gente acaba dándose de bruces contra algo falso y tramposo.
Imagen, si, importante, pero hagamos que pese lo humono, por fa.
Un beso